Si te pararan por la calle y te preguntaran sobre si a los españoles nos preocupa el medio ambiente, ¿cuál sería tu respuesta?
Tanto si tu contestación ha sido afirmativa como si ha sido un no rotundo, has dado en el clavo. A los españoles, según la
Encuesta de Hogares y Medio Ambiente difundida hace unos días por el
Instituto Nacional de Estadística (INE), nos importa cada vez más qué ocurre con nuestro entorno pero también es cierto que si el cuidado del planeta supone un gasto extra o un compromiso personal, la cosa cambia.
El 96% de los ciudadanos aceptaría tomar medidas concretas para proteger el medio ambiente y contribuir así a un crecimiento más sostenible. Siempre y cuando, claro, no afecte al bolsillo. En el lado contrario están los más altruistas, aquellos a quienes no les importa pagar algo más por el uso de
energías renovables, pero estos son sólo uno de cada cuatro encuestados (23,1%).
En el terreno energético, la electricidad es la principal fuente utilizada por los españoles, seguida de los gases licuados del petróleo (bombona de gas), presentes en el 42% de las casas, y el gas canalizado en el 40,5%. En cambio, la apuesta por las energías renovables aún es escasa: alrededor del 1% de las viviendas ya disponen de
paneles solares. Y la mayoría se concentran en Andalucía, donde esta
energía limpia está presente en el 3% de los hogares.
A pesar de las campañas de concienciación, las buenas prácticas aún cuestan. Y como muestra, la de que cuatro de cada diez personas utiliza el
stand by en los aparatos eléctricos -la opción que deja el piloto rojo encendido y sigue gastando energía- y en torno al 40% de los encuestados admite desconocer la calificación energética y el grado de consumo de sus electrodomésticos.
Y, ¿qué ocurre cuando se les pregunta por la
movilidad sostenible? La mayoría opta por el transporte privado y eso lo confirma la cifra de vehículos para uso personal en España: más de 19 millones entre turismos (88,7%), furgonetas y motocicletas, lo que equivale a una media de 1,6 vehículos por hogar.
A la hora de adquirir un vehículo, sólo el 4,4% piensa en las emisiones de CO2 que producirá su nuevo coche. Sin embargo, el precio sigue siendo el factor decisivo para la inmensa mayoría, seguido del consumo, la seguridad y la marca.